El presidente de Azul Azul, Michael Clark, expresó su descontento por los hechos delictuales que ocurrieron durante el Superclásico en que Universidad de Chile igualó 0-0 como visita en el Estadio Monumental, ante Colo Colo, y anunció medidas legales.

En un texto al que tuvo acceso Al Aire Libre en Cooperativa, el dirigente manifestó su molestia y decepción al timonel de Blanco y Negro, Alfredo Stöhwing, empezando porque el equipo de utilería se encontró, en su llegada al recinto cuatro horas antes del partido, con un camarín en deplorables condiciones, sucio y desaseado.

También consignó que camino al Monumental los buses que trasladaban a dirigentes y jugadores fueron atacados por hinchas del cuadro local, con piedras y elementos contundentes.

Por otra parte puntualizó que los directores de Azul Azul fueron trasladados de manera incomprensible por el ingreso principal del sector Océano, lo que ocasionó una lluvia de insultos, escupitajos y proyectiles contra ellos.

Así mismo, señaló que durante el desarrollo del cotejo fueron lanzados elementos a la cancha con la idea de golpear a jugadores, cuerpo técnico y cuerpo técnico, además que en los minutos finales hubo un ataque "coordinado" con bengalas y fuegos artificiales que apuntaron a los 1.800 aficionados de Universidad de Chile que estaban en la galería Magallanes.

El máximo dirigente del conjunto estudiantil afirmó que tomarán medidas administrativas y legales contra los responsables de las agresiones y por ello pidió que le entreguen las imágenes disponibles como elementos de prueba, mientras que dijo a Stöhwing que revise y mejore el plan de seguridad para la delegación visitante, pidiéndole por otra parte disculpas formales y por escrito.