Por Héctor Parraguirre Jara, enviado especial a Viña del Mar.

 

Fernando González (5º) cumplió plenamente con las expectativas que giraron en torno a su estreno en el Movistar Open de Viña del Mar y con una actuación maciza barrió al brasileño Thiago Alves (122º), por 6-2 y 6-2 en apenas una hora de juego.

 

Por primera vez en tres días se llenó el court central del Club Naval La Salinas, lo que confirmó la efervescencia que se ha vivido en la Ciudad Jardín desde que el finalista del Abierto de Australia llegó el lunes.

 

Y el pupilo de Larry Stefanki respondió plenamente a esas ganas de verlo, pues sin dar muestras de cansancio, pese al gran esfuerzo realizado en Melbourne y los de complicarse por el cambio de superficie (tal vez sólo un poquito al comienzo del encuentro), González dominó a voluntad a su empeñoso rival.

 

Un quiebre en el sexto juego, con un contragolpe notable ante un profundo revés paralelo de Alves encendió a las tribunas. Era el 4-2 y la señal de que empezaba a arrasar el santiaguino.

 

Lo ratificó con otro rompimiento para llevarse el capítulo inicial por 6-2.

 

En la segunda manga, el brasileño trató de jugarse su opción, atacando, pero siempre las respuestas del chileno eran superiores. Y por si fuera poco, está tan prendido el medallista olímpico que hasta sus propios errores lo benefician, como cuando enganchó la pelota, pero ésta cayó justo en un ángulo. Increíble.

 

González repitió exactamente la fórmula y quebró en el sexto game otra vez, para ponerse 5-2 con su servicio y romper en el octavo: idéntico 6-2 y a otra cosa.

 

Se esperaba que Alves fuera la presa perfecta para el reencuentro feliz del nacional con las cancha chilenas y lo fue. Ahora el próximo desafío será este jueves, a las 22:15 horas (01:15 GMT) el francés Olivier Patience (116º), con dirimirá la ganador del Grupo 1 y el paso a cuartos de final. (Cooperativa.cl)