El ex tenista ecuatoriano Andrés Gómez, quien fue campeón de Roland Garros en 1990, recordó con tristeza al fallecido entrenador chileno Patricio Rodríguez, quien lo ayudó en la conquista del Grand Slam parisino.

"Obviamente estoy muy apenado, triste con lo sucedido. Estaba hablando con el 'Pato' un par de veces a la semana. La última vez que hablamos fue el domingo, pero ya se le veía mal", dijo la ex raqueta sudamericana.

"Estoy muy golpeado. Era una relación de dos personas a las que les gustaba el tenis y que lo analizábamos desde mi punto de vista, de mi tipo de juego, sin hablar mucho de técnica (...) El 'Pato' pasó rápidamente a ser parte de nuestra familia", señaló.

En ese sentido, explicó que luego que optó por su contratación, "en el segundo torneo trabajando con él ya tenía un título y había bajado a dos top ten, Agassi y Wilander. Llegó en un momento decisivo de mi carrera y de mi vida, fueron espectaculares los tres o cuatro años juntos".

"Lo calificaría como mi segundo padre, me ayudó mucho no sólo en la época que jugué, sino después cuando terminamos y pasó a trabajar con Jaime Yzaga y después con Nicolás (Lapentti), quedó un vínculo de años, que culmina 31 años más tarde, al menos físicamente. Estoy muy golpeado", complementó.

También dedicó palabras al trofeo que alzó en la arcilla gala: "El 'Pato' no era muy de gritar, era más de serenidad, pero en la final estuvo diferente, más activo, porque vivó en Francia, era casado con una francesa y conocido allá como entrenador. Entonces, un título en Roland Garros, en Francia, en su lugar, su segunda vivienda, era importantísimo".