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Con la camiseta es otra cosa

No importó que Nicolás Massú llegara a Düsseldorf precedido de tres derrotas en las primeras rondas de Montecarlo, Roma y Hamburgo. Tampoco que Fernando González hubiese perdido una gran chance de llegar más lejos en el Masters Series alemán. Los campeones olímpicos se pusieron la roja y despacharon a España, el rival más duro del Grupo Azul.

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Por Rodrigo Hernández, desde Düsseldorf

 

El medio centenar de hinchas chilenos, mayoritariamente jóvenes estudiantes de intercambio en universidades alemanas, que llegaron el domingo al Rochusclub de Düsseldorf se retiraron al término de la jornada con una sonrisa de oreja a oreja. Habían sido testigos de un estreno perfecto de Chile que venció a España por 3-0 en el arranque de la Copa del Mundo.

 

El equipo hispano, connotado especialista en canchas lentas y uno de los grandes aspirantes al título esta temporada, era quizá el rival más duro en el Grupo Azul. Pero Chile se lo sacó de encima a pesar que sus singlistas titulares, David Ferrer y Fernando Verdasco venían de alcanzar los cuartos de final de Hamburgo en condiciones de juego muy parecidas a Düsseldorf, con tres sólidas victorias cada uno y una confianza comparativamente superior a la de González y Massú.

 

Es que el "Bombardero" venía con tranco firme y sufrió una dolorosa derrota con Verdasco cuando era el jugador de mejor ranking de todos los octavofinalistas de la mitad inferior del cuadro en Hamburgo y Massú había perdido tres primeras rondas en los Masters Series de arcilla poniendo en riesgo su condición de cabeza de serie en Roland Garros.

 

En síntesis, no es que España fuese favorita, pero sí se trataba de un partido abierto, de pronóstico reservado. Por eso, el categórico 3-0 final invita al optimismo. Como tantas otras veces los campeones olímpicos demostraron que en arcilla y jugando por el país muy pocos están en condiciones de derrotarlos. De poco valen los números recientes. Con la camiseta es otra cosa. Crecen. Se acaban las fatigas y las desconfianzas se esfuman. De hecho, sólo Argentina, con Gastón Gaudio como campeón defensor de Roland Garros y Guillermo Cañas, antes del dopaje y antes del top ten, tuvo ese privilegio. Fue hace exactamente un año en la definición del Grupo Rojo acá en Düsseldorf.

 

El domingo, el plumero tricolor de "Tía Sonia" no cesó de festejar el gran trabajo de su hijo ante Verdasco. Jugó un primer set impecable, que hizo suyo por 6-2. Luego se inclinó por 6-4 ante la mejora del español y sus múltiples variantes. Y acabó recuperándose para cerrar el partido por 6-4 en una faena muy táctica. El viñamarino, corrió mucho más la cancha que su rival, pero se animó a pegar el revés y estuvo muy certero para alternar pelotas pesadas con efecto y derechazos más potentes. Un auténtico Massú. Estratega y luchador.

 

La victoria de González, a su turno, también estuvo marcada por la incertidumbre. Después de un primer set resuelto con autoridad por 7-5 ante Ferrer se enredó con el saque cuando estaba para ponerse 4-0 en el segundo. Signo de los tiempos que corren en el tenis de hoy. El español se jugó la vida y no dio pelota por perdida. Como si se tratase de una final de campeonato. Increíblemente lo levantó y se llevó el tie break por 7-5. Un repunte que habría desmoralizado a cualquiera, pero no al número uno de Chile, que no claudicó y siguió fiel a su filosofía de ataque, aunque hoy mucho más cerebral y respaldado por su gran condición física. No extrañó, entonces, que sellara el partido con un sólido 6-3.

 

Es la dulce realidad de un equipo que vuela a grandes alturas en Düsseldorf. Si incluso Adrián García y Paul Capdeville se empaparon de esa estampa copera para sorprender a Verdasco y Feliciano López en el dobles final.

 

Toda una fiesta. "Son lejos los más bulliciosos", decía uno de los directores del club al referirse a la hinchada chilena. Un puñado de jóvenes que pese al 3-0 quería alargar la jornada, inmortalizándose en una instantánea con "Tía Sonia" mientras el sol se iba. Prometieron volver con refuerzos este miércoles cuando Chile intente dar un nuevo paso a la final ante el perdedor entre Estados Unidos y Croacia.