El 2022 fue un año de distintas emociones y particulares anécdotas para el tenis internacional. Por un lado, estuvo marcado en gran medida por el retiro del legendario astro suizo Roger Federer y de la mítica Serena Williams. Por otra parte, sorprendió el meteórico ascenso a la cima del ranking ATP del español Carlos Alcaraz y de la polaca Iga Swiatek en la WTA, pero todo partió con las controversias que envolvieron al serbio Novak Djokovic y su posición ante las vacunas para combatir el coronavirus.

Los inicios de la temporada resaltaron por la ausencia de "Nole" del Abierto de Australia, el Grand Slam en el que ha festejado más que ningún otro con nueve títulos. Su conocida postura a no vacunarse contra el Covid-19 lo tuvo inmerso en una historiada discusión que involucró a autoridades políticas y del deporte en el país oceánico, que finalmente determinó en negarle la participación en el torneo por las medidas sanitarias que ahí regían y se hicieron respetar.

El inusual año para el balcánico también vio cómo perdió su liderato en la clasificación planetaria a manos del ruso Daniil Medvedev en febrero, y pese a que tampoco jugó los Masters de Indian Wells y Miami en marzo, volvió a encabezar el ranking a fines de aquel mes.

Fue algo más agradable el año para Djokovic desde mayo en adelante. Celebró un título en el Masters de Roma y, aunque cayó en cuartos de final de Roland Garros ante Rafael Nadal, salió con la corona en Wimbledon tras imponerse en la final al australiano Nick Kyrgios. Por agosto y septiembre y aún por razones sanitarias de la pandemia no pudo disputar los Masters de Canadá, Cincinnati y el US Open, pero al cierre, en noviembre, triunfó en las Finales de la ATP ante Casper Ruud y terminó ocupando el quinto lugar del ranking.

El adiós de Federer

24 años después de su debut profesional y luego de un recorrido excelso, plagado de éxitos elaborados de una manera espectacular y con un admirable método para desarrollar el juego, toda una época, el nacido en Basilea puso fin a una carrera extraordinaria. 

Entendió Federer que el cuerpo no daba para más. Que no había más recorrido en su trayecto para prolongar la puja por los éxitos y alargar el mano a mano con Rafael Nadal y con Djokovic; ese desafío estadístico, popular y también personal por la consideración del mejor de la historia.

Hacía tiempo que el suizo, ya con 41 años cumplidos estaba al margen de esos momentos gloriosos de los grandes torneos. Habían transcurrido cuatro desde que consiguió ganar su último Grand Slam, en Australia. El vigésimo en su carrera.

Las lesiones, el quirófano, una recuperación interminable, un túnel sin salida y el paso de los años terminaron por convencer a Roger de la necesidad de dar un paso al costado, en una emotiva última participación en la Laver Cup. Mientras tanto, una nueva generación tras otra empieza a devorar el circuito, a invadir el tour donde aún se hace fuerte Nadal y también resiste "Nole", supervivientes al empuje natural, desafiantes a los ciclos de la vida.

Así se resume una trayectoria ejemplar, con 103 títulos individuales, destacando veinte Grand Slams. 

Alcaraz y su despegue hacia la gloria

Tardó poco el murciano en alcanzar la cumbre, erigido en el número uno más joven de la historia del tenis. Ya forma parte de los grandes del deporte este adolescente de 19 años que rompió en cada paso los registros establecidos desde siempre. Cerró el 2019 en el puesto 492 del ránking y un año después llegó a diciembre en el 141. Irrumpió entre los cien primeros del mundo en mayo del 2021, con 18 recién cumplidos y acabó esa temporada en el 32 del escalafón. Doce meses después, corona la clasificación del mundo. Por encima de todos. De los clásicos, de los legendarios, de los consolidados y de los incipientes.

Lo logró Alcaraz en tiempo récord el anhelo que aún está pendiente para tipos como el alemán Alexander Zverev, el griego Stefanos Tsitsipas, el ruso Andrey Rublev o el italiano Matteo Berrettini, abanderados de la generación intermedia señalada para heredar la cosecha del 'Big Three' y que todavía no han asaltado la cumbre.

Cincuenta y siete victorias y sólo quince derrotas y cinco títulos, incluido el US Open como su primer Grand Slam, resumen el tránsito de Alcaraz en su año de gloria, el 2022 en el que sobresalió al resto. 

Iga Swiatek se encumbró a lo más alto y Serena Williams terminó un ciclo

La polaca dio con 21 años un verdadero golpe de autoridad en el circuito femenino esta temporada. Apareció con el inesperado retiro de la australiana Ashleigh Barty, y destacó con un registro de haber ganado 37 partidos seguidos con 135 días invicta, algo que consiguió desde su arranque ganador en Qatar el mes de febrero hasta Wimbledon. 

Cerró además como número uno de la WTA con ocho títulos a su haber, marcados por dos Grand Slams (Roland Garros y US Open) y el de las Finales en Fort Worth. 

Otro retiro que figuró fue el de Serena Williams, que con 40 años decidió dejar la actividad tras haber quedado eliminada en tercera ronda del Abierto de los Estados Unidos, dejando así un reconocido legado entre sus pares. 

La estadounidense conquistó 73 trofeos en su carrera, combinados con 23 Grand Slamd, siete en Wimbledon, siete Abiertos de Australia, seis US Open y tres Roland Garros.