Desde el Mundial de Brasil 2014, la entonación del himno nacional antes de un partido de Chile se ha convertido en una orgullosa tradición que, incluso cuando la música ha sido cortada, los jugadores e hinchas entonan acallando todo sonido en el estadio e insertando el asombro en el equipo contrario.

Por lo mismo, la canción nacional sumado al "Chi-chi-chi, le-le-le. Viva Chile", se han convertido en las canciones del verano en Rusia durante la Copa Confederaciones, impresionando a los ciudadanos locales, quienes nunca habían victo nada igual en sus vidad.

"Entonamos el himno con la mano con el corazón y a todo pulmón", comentó a Agencia EFE Gabriel, un chileno 54 años procedente de San Antonio, antes del inicio de las semifinales entre Chile y Portugal.

Sumado al hincha, los jugadores y periodistas nacionales se posicionan en dirección a la bandera chilena, quienes se llevan su mano al corazón, entonan con fuerza y pasión la letra de la canción nacional provocando que la gente rival los escuche y los admire por su amor a su país.

"Ya nos gustaría cantar a nosotros el himno con esa pasión", comentan los periodistas rusos con una envidia sana en sus ojos.

En el partido con Alemania el himno teutón, que es conocido por su belleza y musicalidad, también fue entonado por los suyos, pero palideció ante la pasión chilena, no digamos en el caso de Australia o Camerún, en donde la canción nacional fue cantada por una sola voz en los recintos deportivos.