Universidad Católica y Ñublense protagonizaron un acalorado partido este viernes en la séptima fecha del Campeonato Nacional, que terminó con la victoria de los de la precordillera por 3-1 y con tres expulsados durante los 90 minutos en el elenco de los "Diablos Rojos".

No fue para nada tranquilo el desarrollo del partido durante los 90' minutos, que partió con fricción en el primer tiempo con faltas en distintas zonas de la cancha de parte de los dos equipos. En cuanto a oportunidades de riesgo en tanto, no fue hasta los descuentos que Lucas Abascia tradujo en gol una jugada a balón detenido, poniendo en ventaja al local en los 45+4'. 

Pese a encontrarse con el marcador a su favor, los problemas para los chillanejos llegaron de entrada en el complemento. Nicolás Salazar vio la roja directa por conducta violenta sobre Cristián Cuevas en los 53', algo que propició que a los 64' Alexander Aravena cumpliera con la "ley del ex" y con un cabezazo certero venciera a Nicola Pérez para igualar todo nuevamente. 

Corrieron los minutos y la UC empujaba con el hombre de más, algo que se volvió aún peor para los dueños de casa, ya que Raimundo Rebolledo vio a los 81' su segunda amarilla por un agarrón sobre César Pinares y dejó a su equipo con dos menos. 

Así, fue en el desenlace del encuentro que los visitantes pudieron sellar la ansiada remontada, cuando un explosivo ataque terminó en la conquista de Fernando Zampedri (90+4'). Tras ello, Juan Leiva vio la tercera roja en el local aparentemente por reclamos, al igual que el entrenador Jaime García en la banca. 

Aquella situación terminó por encender por completo los ánimos en el recinto sureño, con el árbitro Fernando Vejar teniendo que salir custodiado y recibiendo proyectiles de parte de los asistentes al partido. 

La victoria en tanto, dejó a Universidad Católica todavía como líder exclusivo con 16 puntos, y su próximo desafío será pronto, cuando este martes se midan a Audax Italiano en busca de un cupo a la fase de grupos de Copa Sudamericana. 

Ñublense en tanto, llegó a cuatro partidos seguidos sin ganar, y se estancó en el noveno lugar con ocho unidades. Su próximo rival en el torneo será Everton.